VIOLENCIA CONTRA LAS PERSONAS MAYORES
(Centro de difusión de Ciencia y Tecnología Del Instituto Politécnico Nacional)
¿Cómo se define?
Como toda acción u omisión realizada en forma habitual o con frecuencia que daña la salud o el bienestar de una persona de edad avanzada.
¿Cuáles son las causas del maltrato a las personas mayores?
1. La deformación de los valores sociales, principalmente los familiares, al considerar que lo viejo es inservible inútil; por ello, de una u otra manera, las personas mayores son sentidas como estorbos y como una carga más para la familia.
2. El estrés en las personas encargadas de cuidar a las personas mayores. Inicialmente se consideró como la causa principal del maltrato.
3. El aislamiento social o la falta de apoyo pueden contribuir al maltrato o descuido, también contribuye el prejuicio que se tiene hacia la vejez (la discriminación contra los ancianos y su estigmatización).
4. El silencio de las personas mayores por temor a ser doblemente castigados por parte de los familiares o instituciones públicas o privadas que los tienen a cargo, ya que por su edad no pueden cuidarse a sí mismas.
5. Otros factores culturales y socioeconómicos como la pobreza, la modernización y los regímenes sucesorios pueden ser causas indirectas de maltrato.
¿Cómo se clasifica el maltrato hacia las personas mayores?
Los tipos más comunes de maltrato de ancianos o de adultos dependientes son:
Físicos: Causar dolor o lesiones usando fuerza física excesiva, no dar suficiente alimento o restringir su libertad de movimiento mediante la fuerza o el uso de drogas.
Psicológicos: Causar sufrimiento mental como humillación, intimidación o amenazas, discriminarlos por motivos de edad, insultarlos, usar palabras hirientes, denigrarlos, intimidarlos, formular acusaciones falsas, causarles dolor psíquico y sufrimiento.
Sexuales: Asaltar sexualmente, violaciones, mantener contacto sexual no consentido de cualquier tipo.
Económicos o materiales: Abusar económicamente o materialmente: explotar a una persona mayor o hacer uso de sus fondos o recursos en forma ilícita o indebida sin su consentimiento para beneficio de otro.
Abandono: Abandonar a un anciano o adulto dependiente que está a su cuidado.
Descuido: Incumplir con la obligación de atender a una persona mayor o negarse a ello.
Secuestro: Retener sin su consentimiento a un anciano o adulto.
Aislamiento: Impedir en forma intencional que una persona anciana o un adulto dependiente reciba correo, llamadas telefónicas o visitas.
Autodescuido: Éste se da cuando una persona anciana no se cuida a sí misma, a tal punto que pone en riesgo su salud y seguridad.
¿Cómo saber si hay maltrato en las personas mayores?
Los indicios del maltrato son muy variados, pero hay algunos elementos que nos permiten pensar que se está produciendo una situación de maltrato. Por ejemplo:
Abuso físico: Son indicios más visibles que presentan los ancianos en su cuerpo:
Heridas.
Contusiones.
Lesiones en el aparato reproductor.
Fracturas, luxaciones y esquinces recurrentes.
Abrasiones o laceraciones en diferentes lugares.
Lesiones en la cabeza o en la cara.
Fractura arbitraria.
Hematoma ocular en antifaz.
Alopecia errática por tirar de los cabellos en forma agresiva y brusca.
Quemaduras: en lugares poco frecuentes; producidas por objetos; por líquidos muy calientes.
Arañazos.
Abuso patrimonial:
Muestra visible del indebido uso de los recursos del anciano.
Explotación del anciano, haciéndolo trabajar para que aporte recursos en beneficio de otro.
Abuso psíquico: Son aquellas conductas de las personas de la tercera edad que nos llevan a considerar que son personas maltratadas:
Alteraciones emocionales de la víctima: Depresión; Confusión; Ansiedad; Nerviosismo.
Labilidad emocional.
Actitudes instintivas de defensa del anciano.
Extrema cautela por parte del cuidador.
Amenazas de abandono y/o institucionalización.
Imposición de aislamiento físico y/o social.
Explicaciones confusas y diferentes del cuidador ante lesiones, considerando a la víctima no capacitada en su juicio.
Amenazas al anciano por parte del cuidador para controlar la situación.
Negligencia psicológica:
Pérdida de autoestima.
Llanto injustificado de la persona mayor.
Mínimas conversaciones entre la víctima y cuidador.
Actitud de indiferencia hacia la persona mayor por parte del responsable de los malos tratos.
El cuidador niega a la persona mayor la posibilidad de relacionarse con otros.
Pérdida de la capacidad de toma de decisiones por parte de la persona mayor.
Negligencia física y abandono: Los signos se traducen en descuido por un mal estado higiénico también resultan obvios, sobre todo si se contrastan con el estado higiénico de quien acompaña al anciano:
Deshidratación.
Desnutrición son motivo aparente.
Anemia.
Mala higiene corporal.
Ropa sucia e inadecuada.
Caídas constantes.
Olor y suciedad fecal.
Penetrante olor de orina en el cuerpo.
Residuos fecales en los pliegues de flexión o el ombligo.
Lentes rotos o ausencia de los mismos cuando son necesarios.
Hipotermia, hipertermia.
Contracturas articulares por falta de movilidad.
Úlceras por presión en mal estado.
Ingresos constantes sin causa clínica que lo justifique.
Intoxicaciones por fármacos.
Incumplimiento terapéutico sistemático.
Asimismo, son indicadores de malos tratos cuando:
Las explicaciones del cuidador sobre las lesiones o de cómo ocurrió el incidente son contradictorias, poco coherentes o inverosímiles.
Existe disparidad en el relato de la historia por parte de la víctima y del cuidador.
El maltratado es llevado al hospital por otra persona distinta al cuidador.
El mayor es abandonado en urgencias por exacerbación de enfermedades crónicas a pesar de un tratamiento correcto y recursos adecuados.
Se produce demora en la atención médica. Suele haber un intervalo prolongado entre el trauma o la enfermedad y la visita al médico.
Se detecta falta de comunicación de la víctima con el médico si el cuidador está presente.
La vivienda presenta condiciones higiénicas pésimas y es inadecuada para vivir en ella.
Existe historia previa de episodios sospechosos de malos tratos.
Observamos en la monitorización de fármacos dosis inadecuadas, infraterapéuticas, toxicidad o empleo de fármacos (psicótropos) no prescritos por el médico.
Consecuencias del maltrato de las personas mayores
En el ámbito doméstico:
La depresión o las dificultades psicológicas son más frecuentes en los ancianos maltratados que en los demás familiares.
Sentimientos de impotencia, alienación, culpa, vergüenza, temor, ansiedad, negación.
El estrés postraumático, que genera un gran estrés interpersonal que puede aumentar a riesgo de muerte.
En el ámbito institucional:
Se ha comprobado que produce maltrato de las personas mayores en los establecimientos de atención permanente tales como los hogares de ancianos, los establecimientos de atención residencial, los hospitales y los centros de atención ambulatoria.
Son varias las personas que pueden infringir malos tratos: un miembro del personal asalariado, otro residente, un visitante voluntario o familiares y amigos.
Una relación de maltrato o descuido entre el anciano y la persona que lo atiende en su hogar no se interrumpe necesariamente cuando aquel ingresa al sistema de asistencia institucional.
Factores que hacen de la persona mayor un ser vulnerable frente al maltrato:
Pérdida de rol social.
Baja autoestima, producto de la dificultad de para enfrentar algunos cambios que se presentan en esta etapa. Por otro lado, la soledad y el aislamiento son algunos de los mayores miedos de esta parte de la población, que los lleva a aceptar condiciones absolutamente injustas e indignas para ellos.
Niveles de dependencia, derivada de algunas patologías.
Bajos niveles de ingreso, lo que les obliga a vivir con otros o a depender económicamente de ellos.
Uso o explotación de su dinero o posesiones, así como el bloqueo de acceso a dichos bienes, lo que implica daño, pérdida, transformación, sustracción, destrucción, retención o falsificación de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes valores, derechos o recursos económicos, destinados a satisfacer las necesidades de las personas mayores.
Proceso de envejecimiento y las enfermedades características de la vejez.
Perfil del maltratador:
En primer lugar, cabe señalar que cualquier persona que tuviese que hacer frente a una situación de cuidado de un familiar mayor durante un período prolongado, siendo esta situación no elegida por él mismo, teniendo que compaginar esta responsabilidad con otras como el trabajo, los hijos, la pareja, etc., podrá propiciar, en algún momento, un trato inadecuado hacia el familiar mayor; ya sea intencionado o no intencionado, es decir, el agresor puede tener conciencia de que está haciendo daño a su víctima o no tenerla.
Los perfiles más comunes serían:
Mediana edad.
Persona en la que la persona mayor confía.
Familiar; sobre todo hijos (as).
Presencia de problemas mentales, por ejemplo: depresión.
Abuso de alcohol u otras sustancias.
No poseer habilidades para enfrentar el problema en forma.
Estrés.
Dependencia económica y/o para el alojamiento de la persona mayor.
convive con la persona mayor.
Lleva muchos años cuidando de la persona mayor.
Aislamiento social.
Dificultades económicas.
Falta de apoyo y desconocimiento de los recursos de la comunidad.
Baja autoestima que externaliza su culpa y frustraciones sobre terceros.
Temperamento explosivo, incapaz de controlar sus impulsos y su ira.
Perfil del maltratado:
Mujer, debido a que presentan mayor esperanza de vida que los hombres).
Solteras o viudas.
Edad avanzada (75 años o más).
Dependiente (física, emocional y/o económicamente) del cuidador.
Deterioro físico y/o cognitivo.
Se niega a informar del maltrato.
Aislada socialmente.
Cree que el maltrato es merecido.
¿Por qué la víctima guarda silencio?
Negación: No admite lo que está ocurriendo. Quiere proteger al posible responsable del maltrato de consecuencias negativas.
Miedo: A las posibles represalias por parte del responsable del maltrato. A ir a un asilo de ancianos. A perder contacto con el familiar y/o a dañar la relación familiar. A que el cuidador (un hijo (a) no le permita ver a sus nietos.
Dependencia económica: Alejamiento. Alimentación.
Vergüenza: Le avergüenza tener que contar a alguien que un familiar suyo le está maltratando.
Culpa: Se culpa a sí misma de la situación.
Creencias: Piensa que nadie puede ayudarle. Cree que se lo merece. Cree que es un problema familiar y por lo tanto se debe resolver de forma interna, sin que se involucren extraños. Piensa que no le van a creer. Cree que aunque se lo cuente a alguien, la situación no va a cambiar. Cree que la situación acabará pronto, especialmente si el responsable del maltrato ha prometido que no va a volver a ocurrir.
Mal estado de salud: Está enfermo, débil.
Mal estado cognitivo: No puede comunicar o expresar adecuadamente lo que está ocurriendo debido a confusión, problemas de lenguaje, depresión, etcétera.
Desconocimiento acerca de la situación: De los servicios que tiene a su disposición n la comunidad. De sus derechos. De que está sufriendo maltrato y/o negligencia, no lo reconoce como tal y cree que el problema no es lo suficientemente importante.
Las posibles soluciones para este problema son los siguientes:
Revalorar el aporte de los adultos mayores en la familia y la sociedad.
Crear ambientes seguros donde los ancianos se sientan útiles y productivos, donde reine el afecto y respeto hacia ellos.
Terapia familiar.
Fomentar los servicios de respiro para el cuidador, a través de centros de día donde la persona cuidada permanezca durante unas horas al día o los servicios de ayuda a domicilio, que pueden proporcionar tiempo al cuidador para que pueda ocuparlo en otras actividades.
¿Cuáles son los derechos que tiene el maltratado?
Estos son algunos derechos que se quiere destacar; sin desmerecer la importancia de otros:
Poder vivir con dignidad y seguridad y verse libres de explotaciones y maltratos físicos o mentales.
Tener acceso a medios apropiados de atención institucional que les proporcionen protección, rehabilitación y estimulo mental y social en un entorno humano y seguro.
Tener acceso a servicios sociales y jurídicos que les aseguren mayores niveles de autonomía, protección y cuidado.
¿Qué hacer en caso de sospecha de maltrato?
Creer en lo que nos dice la persona mayor.
No culpar nunca a la víctima.
Investigar la verdad.
Consultar a profesionales especializados.
Demandar orientación a los equipos profesionales.
Cumplir los procedimientos legales.
Denunciar a los órganos judiciales para que asistan y protejan al mayor.
Recurrir a los organismos de orientación y atención a los mayores víctimas de malos tratos.
¿Cómo intervenir ante un caso de maltrato?
Para que sea efectiva la intervención, siempre debe tener un enfoque multidisciplinar. Debe incluir a:
ervicios sanitarios y sociales: Médicos de familia, geriatras, personal de enfermería, asistentes sociales.
ervicios de apoyo: Médicos especialistas, psiquiatras, psicólogos, abogados, voluntarios, grupos de interés, etcétera.
Se debe accionar una estrategia integral y coordinada que contenga:
Tratamiento de las lesiones físicas y de aspectos psicológicos e información al paciente.
Parte de lesiones o denuncia al Ministerio Público.
Criterios de remisión a especialistas.
Intervención del asistente social.
Intervención de los servicios sociales.
Estrategias de protección.
Control de factores de riesgo.
Apoyo al cuidador para evitar la sobrecarga o su claudicación.
Tratamiento al cuidador cuando padece un trastorno psicopatológico abordable.
Seguimiento del caso.
Si sabes de una persona (hombre o mujer) que enfrenta la problemática descrita, no dudes en que necesita ayuda profesional, así que dales este artículo y los datos que a continuación aparecen.
En la Clínica de Atención Emocional ofrecemos servicios profesionales para brindarle (brindarte) el tratamiento profesional y adecuado a su (tu) caso.
VISITA LA PAGINA PRINCIPAL www.consultasexual.com.mx ENCONTRARÁS MAS ARTÍCULOS
Como siempre me despido diciendo que si tienes una duda me escribas un correo a: almaisabelp40@hotmail.com
Atentamente.
Alma Isabel Pérez Salcedo
Psicóloga Clínica; Psicoterapeuta Sistémica; Especialista en Hipnosis y Gestalt en niños, adolescentes y adultos; Sexóloga Educadora
Celular: 04455-5431-5700
