Neurosis

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La neurosis se presenta en personas que no perciben claramente cuáles y cómo son sus necesidades y sus emociones. Aún cuando tengan un poco de claridad, tratan de ignorarlas reprimiéndolas, negándolas o rechazándolas.

Las personas que padecen de neurosis, tanto por su personalidad, como por su forma de actuar, se pierden la oportunidad de sentir la satisfacción con su vida en general y con las personas que conviven. Esta forma de vivir les crea una insatisfacción continua y por lo tanto los que lo rodean no terminan de entender que es lo que quiere ya que sus necesidades son siempre cambiantes y por lo tanto es imposible “atinarle” a que es lo que se tiene que hacer o que es en realidad lo que quiere o necesita la persona.

Lo que hacen los demás siempre les parece mal, incluso lo que hace el mismo no lo deja satisfecho y siempre tiene una crítica para todo. Cuando decimos los demás, nos referimos a su pareja, sus hijos, sus padres, sus hermanos, sus amigos y compañeros de trabajo o vecinos. El neurótico es una persona que siempre está descontenta, y haga lo que haga termina con la sensación de insatisfacción consigo mismo y sobre todo con los demás, pareciera que los demás son los responsables de su insatisfacción.

El neurótico no es capaz de tomar de su alrededor lo que necesita para mantener su equilibrio, satisfacción y una sana supervivencia, ni contribuye a dar aquello que necesitan de él, las personas con quienes convive y que serviría para mantenerlo en paz y equilibrio en sus relaciones, al contribuir sanamente como uno más del grupo al que pertenece (familia, pareja, trabajo, etc.)

En las relaciones entre el individuo con los que lo rodean, al no entrar en un equilibrio de tomar lo que quiere y dar lo que se necesita, en realidad no encuentra el equilibrio en cuanto a su satisfacción, y generalmente pareciera que los demás son los responsables de la insatisfacción en la que vive la persona que padece de neurosis; por lo tanto, él y todo lo que le rodea se verán afectados.

Es necesario que la persona con neurosis aprenda reconocer cuáles son sus necesidades; así como, cuáles son las necesidades de las personas que conviven con él, así sean las personas muy cercanas a él, o la sociedad o comunidad a la que pertenece, para que los intercambios de satisfacción se realicen de la mejor manera posible.

Los conflictos y desequilibrios surgen cuando la persona y los que le rodean experimentan necesidades opuestas o no compatibles. El neurótico es incapaz de distinguir cuál es la necesidad dominante, si la suya o la de los demás, ya que por lo general tratan de imponer sus necesidades sobre las de otras personas, no son capaces de entender que existen prioridades y tiempos para las cosas.

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Generalmente la persona neurótica no puede elegir entre lo bueno y lo malo, entre lo que quiere o desea y lo que no, no puede ni toma una decisión precisa, no logra sentirse satisfecho con la que ha tomado. Por eso el individuo y ambiente que le rodea se ven afectados, ya que la persona neurótica no encuentra la satisfacción y por lo tanto no puede darle satisfacción a otras personas, sin importar si es su pareja, hijos, padres, hermanos o amigos, nunca encuentra la calma o satisfacción, sino todo lo contrario, siempre está inquieto, de malhumor, con desagrado, descalifica a los demás sin importar los esfuerzos que realicen, constantemente presenta enfrentamientos y violencia, etc.

Este tipo de relación que establece con el ambiente que le rodea puede verse distorsionado, ya sea porque las relaciones con las otras personas son pobres o porque son malas y sin satisfacción, lo cual afecta el buen funcionamiento de las relaciones personales. Cuando esto sucede, aparecen dos clases de signos: unos subjetivos, que son todos los que la persona neurótica presenta (depresión, tristeza, apatía, enfado, enojo, violencia), y otros objetivos, que son los que se observan, sobre todo en la terapia, como son sus movimientos, gestos, sus conductas repetitivas, su lenguaje y tono de voz, mirada, su aspecto físico en general.

Es importante decir que existen elementos que impiden que el neurótico haga contacto sano y satisfactorio con las demás personas y los podemos resumir en tres elementos:

1ª. La relación con los demás es inadecuada, no logra establecer relaciones profundas con los demás, siempre son relaciones superficiales o relaciones donde puede usar a los demás.

2ª. Los neuróticos tienen bloqueos e incapacidades para expresar sus necesidades y deseos, lo cual representa muchas dificultades para lograr la satisfacción, y la persona queda detenida en la realización de la necesidad, permaneciendo enganchada y pendiente de su insatisfacción. Al quedarse la persona anclada en la insatisfacción, va generando una acumulación de incomodidades que se remontan a tiempos pasados y a personas o situaciones que ya no tienen remedio y por lo tanto sus nuevas necesidades están cargadas de reproches, indecisiones y malestares que muchas veces ya no son claros para lo que le rodean, su mundo se va volviendo un caos.

3ª. La represión es uno de los principales mecanismos que impiden la formación de las satisfacciones. Y la persona neurótica padece de graves represiones.

Debemos considerar que la represión es una forma de detener los impulsos naturales ante una situación determinada, lo cual quiere decir que un neurótico no actúa como quisiera en realidad, lo cual significa que inhibe sus impulsos naturales por diversos factores y no logra lo que quiere. Este tipo de represiones se repiten constantemente durante la vida, lo cual genera una personalidad rígida con alteraciones en su personalidad, sobre todo presenta mucha rabia ante todo tipo de situaciones.

Este tipo de personalidad conlleva una rigidez muscular crónica, que desarrolla somatizaciones diversas, por eso es que constantemente siente y presenta una diversidad de enfermedades o padecimientos generados por una manera de vivir sin satisfactores.

 

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El neurótico reprime la rabia, la tristeza, el cariño, el odio, mediante la represión de sus impulsos naturales y su personalidad genera estímulos incorrectos como formas de conducta inconsciente. Las personas con neurosis, padecen de dolores constantes de cabeza, problemas estomacales, alteraciones del sueño, alteraciones del apetito, dolores musculares, irritabilidad, depresión, etc., y sobre todo incomodidad en partes del cuerpo.

 

En realidad la neurosis es uno de los trastornos más comunes, pero con frecuencia es mal comprendido. En vez de utilizarlo exclusivamente para un grupo de trastornos, la palabra se ha vuelto de uso popular para describir trastornos emocionales de la más diversa naturaleza. Con mucha frecuencia se titula de "neuróticos" a individuos con un comportamiento inestable.

Podemos concluir en que la neurosis son episodios de desequilibrio psicológico que se presentan en personas que han alcanzado una función mental relativamente adecuada, pero su conducta lo lleva a una mala adaptación y es insatisfactoria. Funcionalmente, las neurosis son reacciones inadecuadas a las causas del estrés.

En consecuencia, muy a menudo los síntomas incluyen angustia y una exageración o hiperactividad de los mecanismos que el paciente emplea comúnmente para resolver su angustia y estrés. Neurosis antiguamente quiso decir "lleno de nervios".

Los episodios neuróticos aparecen más frecuentemente entre los 25 y los 45 años y, con excepción de las neurosis hipocondríacas, siguen aumentando hasta los 60 años de edad.

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Aunque los síntomas neuróticos son raros durante la niñez, algunos rasgos de personalidad asociados con neurosis adultas pueden ser identificados durante la pubertad. Las mujeres parecen ser más susceptibles a los rasgos de las neurosis depresivas.

 

Características de las neurosis

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La neurosis es totalmente tratable, y en caso de sospecha de este padecimiento, lo mejor es recurrir a un especialista para lograr un diagnóstico real de la situación, así como un tratamiento del caso de una manera adecuada.

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José Jaime Martínez Salgado

Psicoterapeuta de Pareja y Familia, Sexólogo, Especialista en Hipnosis y en Programación Neurolingüística.

Clínica de Atención Emocional

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